Estética dental

Recupera tu sonrisa

Existen multitud de problemas dentales que afectan a nuestra estética, y consecuentemente  incluso a nuestra autoestima, ya que la sonrisa es un elemento que afecta de manera vital en nuestro vida cotidiana.

Éstos van desde la presencia de caries, traumatismos, enfermedad periodontal, malposición de las piezas (espacios entre dientes (diastema), inclinaciones…) hasta la variación de la forma de las mismas (dientes afilados, demasiados bajos, estrechos, largos etc.).

Para solucionar todas estas alteraciones tenemos las siguientes opciones:

1. Carillas

Existen situaciones  clínicas en las que la estética de los incisivos se puede mejorar claramente “disfrazando” su aspecto externo. La técnica consiste en poner por la parte de “fuera” del diente una carilla, para modificar su aspecto actual.

Existen dos modos principales de hacerlo:

Carillas de porcelana

El diente se prepara suavemente en su cara externa, se toman unos registros que se envían al laboratorio dental y el protésico realiza las carillas para colocarlas sobre esta superficie y cementarla. De esta forma, el diente adquiere una nueva forma, color, tamaño, y también se pueden corregir ligeras malposiciones.

Carillas de composite

Podemos reconstruir  parcialmente  un diente o realizar una  carilla de composite, sin eliminar, o eliminando el mínimo tejido dental. Es una técnica muy poco o prácticamente  nada agresiva para los dientes. Son altamente estéticas. Podemos conseguir en una sola intervención: la corrección de color, forma, tamaño, desgaste, posición, diastemas de los dientes hasta conseguir el objetivo, mejorando la sonrisa.

Los composites actuales tienen propiedades físicas de durabilidad superiores a las de los utilizados en el pasado y soportan mejor las cargas funcionales, conservando a lo largo del tiempo las características de sus superficies.

2. Coronas

Técnicas de recubrimiento total con coronas completas de metal-cerámica o totalmente cerámicas.

Su uso en la actualidad cada vez se limita más y se relega a casos de gran destrucción dentaria, o casos en los que quizás el diente se encuentre en buenas condiciones, pero ,sin embargo, los tejidos que lo sujetan están afectados y lo que nos interesa es ferulizarlos.

– Coronas y puentes: La corona dental es una funda que recubre el diente. Éstas se utilizan por diferentes motivos, bien porque puede que el diente esté dañado, porque esté periodontalmente afectado..  La corona fortalece el diente y mejora su estética. En ocasiones, a la corona dental se le llama también «funda dental», sobre todo por el paciente.

Para realizarlas, primero hay que preparar el diente de una forma determinada para que retenga la corona. Se toma un registro que se envía al laboratorio dental. Una vez tener la corona se cementa recuperando la función y estética del diente original.

Las coronas pueden ser de diferentes tipos:

2.1 Metal - Cerámica

La más utilizada en el pasado. El mayor impedimento que presenta es que la estructura interna es totalmente opaca ya que está compuesta por metal y nos dificulta a la hora de conseguir réplicas de los dientes naturales. Aún así, es un material que se lleva utilizando desde hace décadas y los resultados obtenidos son excelentes.

2.2 Materiales de libre metal

Hoy en día, se consigue una estética muy natural y función similar a las anteriores gracias a los nuevos materiales libres de metal. La estructura interna metálica se sustituye por:

– Disilicato de Litio: Son más estéticas, pero menos resistentes que las realizadas con estructura.

– Zirconio: De dureza similar al metal, y alta estética

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